A Tandil se vuelve. Tandil ya es la capital suspensiva más allá de la Capital. Desde el Festival Tandil Sin Siesta, una o dos veces al año Suspensivos Inflamables vive Tandil como su casa. Todo esto sin contar los shows en el Pulpo, casa de Tandil en Palermo. Tandil no pasa por la cantidad de espactadores, pasa por la calidad de espectadores. Superexelent, Indecisios, Pistoleros, todas bandas hermanas de semilla serrana, siempre sinónimo de doblete fiestero arriba y abajo del escenarios. El Doctor Carlino, Yiang Pain, FerminKolor, Toto, Beltran, Pomi, Chango, todos espejos de la onda suspensiva. La retroalimentación constante. Asados, guisos, copetines. Por micro o en auto, Tandil siempre funciona. Siempre es un SI, VAMOS.
Esta vez fue en el Club Excusionistas, el escenario de rock más grande de la ciudad. Arrancamos en dos autos separados, llegamos juntos para la prueba de sonido. El huracán suspensivo le cambió la cara al club a los 5 minutos de llegar. En breve todo estuvo preparado para un show memorable, que no hace más que fomentar el mito suspensivo en las sierras. La cena show que empezara fria, no tardó en calentarse con los acordes de Indecisos-Pistoleros y un revival de Superexelent (formación completa). Para cuando Suspensivos Inflamables subió a escena ya no quedaban mesas ni sillas en la pista. Los tandileros movedizos coparon el club. La lista duró lo que tenía que durar y un tema más. Podrían haber sido dos o tres más. Tandil quería más y tendrá más. Siempre damos un paso más en Tandil. Esta vez, un hotel. El mismo Hotel que Jairo. ¿Qué pasará la próxima? Vamos por más. Gracias Tandil. Gracias.
(c)GSTV
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